viernes, 26 de diciembre de 2014

El fin

Y cuando ya no tenía el control, ni de lo que pensaba, ni de lo que sentía, ni de lo que desea, odiaba, anhelaba, cuando la anulación como persona se hizo real, patente y presente, en el momento en el que ser no tenía sentido porque no se podía decir quien se era más que por lo que se quería que se fuera o esperaba ser, siendo la confusión el medio de difusión y la muerte la terminación, ¿qué mejor momento, como iba diciendo, para volver a empezar?

Si todo se viese arruinado hasta que ni las plantas de las Iglesias permaneciesen, si así nada tuviese sentido, principio o fin, lugar, tiempo, momento o cualidad alguna, si todo se definiese por ser o no ser, por lo que va a ser ahora que no es, ¿qué otra cosa se podría hacer que darle la forma que siempre se deseó? Siendo esta un milagro cuando nada queda es eso lo que se hace presente, lo que hace rezar incluso al no creyente, eso que tan comúnmente llamamos desesperación, cuando en verdad no tenemos la menor noción de toda su implicación.

Son breves los párrafos y no por agilizar la lectura, sino porque es todo parte de un sin sentido que en conjunto leído podría decirle algo a alguien, hacerle pensar, ver el final, que no es sino el principio, pero volvamos al tema tras este desvío. Eso es lo que hace la vida, nos lleva por diferentes caminos, río, carretera, cada cual con la metáfora que quiera, el caso es tener un principio y un fin, además de principios para los fines, si bien es cierto que en ocasiones daremos con gente que no tenga principios, sólo fines o al contrario, principios sin un fin, lo cual es incluso más inútil de lo que se puede parecer.

De nuevo en el camino, donde todo estaba perdido y sólo quedaban las odiosas palabras que se creen con derecho de decirnos qué es lo mejor, qué debería ser, qué, qué y qué, si por un segundo el silencio nos disculpa y no disfrutamos de él, sigamos andando. Observando el paisaje más desierto que el desierto literal, jamás entenderé por qué se le llama desierto a algo vacío cuando el desierto está lleno, pero bueno, eso no nos atañe, no nos importa.

La realidad es que al igual que la desesperación nos hace ver fantasmas, ese rostro ya no conocido sino deseado de la forma más pura y grande que se pueda pensar, que al segundo que estaba ya ha dejado de estar, que hoy fue presente y ayer ya pasado (y esto debo decir que creo haberlo tomado prestado), al igual que eso este final está y no está, es sin ser, acaba al empezar. Porque desde el principio tiene un fallo, y es que algo está mal para tener tal final, tal desesperación y si algo no está bien, es que simplemente, no es el fin.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Musa

Nota: esta historia la presenté a un concurso y debido a la longitud del texto después del primer capítulo (de 7, uno por cada día de la semana) hay un pie de página para que aquellos interesados puedan leer la historia entera (tenéis que hacer clic donde pone "más información") pero sin sobrecargar la página con una entrada tan larga para lo que suelo escribir. Espero que os guste, es la primera historia original que hago con una estructura, tema y argumento claros.

Jueves

Él tenía razón. Había vivido los últimos años de mi vida totalmente engañada por aquel miserable y jamás podría recuperarlos. No era sólo que nuestro matrimonio nunca hubiese funcionado bien, era que además él… ¿qué era él? Nada ya para mí, no tenía sentido seguir dándole vueltas, era la hora de coger el tren y pedir el divorcio.

Me subí al vagón y me acomodé en el primer asiento que vi libre, aquel no era el mejor día para decirme que le cediese el asiento a una ancianita o a una embarazada, lo siento, pero no. Por suerte nadie me molesto, ¿suerte? ¿Pero yo tenía de eso? Por no ser interrumpida me dediqué a contemplar a la gente como hacía antaño, antes de que mi vida se viese resumida en una constante atención hacia mi marido. La gente ahora parecía diferente. Suspiré mientras mi vista vagaba de una persona a otra, en busca de algo que analizar, como hacía antes y esperaba seguir siendo capaz de hacerlo, no creía que algo que solemos ver tan inocente y agradable como el amor pudiese destruir una parte de mí, pero debía admitir que en parte lo había hecho, había perdido mucho y ganado poco con él.

¿Por qué la mente siempre vagaba a donde yo no quería? Aquello era estresante. Decidí volver a jugar a los juegos de antaño, a mirar a la gente tratando de ver sus verdades a través de sus ojos, porque simplemente no quería saber lo que estaba ocurriendo, hacia dónde me dirigía, quería olvidar y no volver a sentir aquel dolor nunca más. Encontré mi vista posada en el infinito, o el cabello de una joven que tendría mi edad cuando conocí a Víctor. La juventud, viva imagen de la felicidad. Eso era lo que decían todos esos pseudointelectuales, ¿no? Ojalá yo a su edad hubiese tenido a alguien que en mitad de un viaje de tres horas me advirtiese de todo lo que podría irme mal si me lanzaba a la piscina como todas las estúpidas protagonistas de las novelas románticas que tanto gustan hoy día. Algún día alguien entendería que no es bueno siempre seguir al corazón, no es bueno cuando tienes a alguien a tu lado que haría lo imposible por ti, por cuidarte de verdad y no, no hablo de las vagas promesas que hacen que a las niñitas de hoy día les tiemblen las rodillas leyendo alguna obra, hablo de la gente que está ahí de verdad, de esos a los que suelen relegar al papel de amigo.

Poco a poco mi mente parecía volver a tener el control, sí, pensaba en el amor y en que él tenía razón, él no es mi marido, por cierto, sino mi primer y mejor amigo, Tomás, Tom para mí. Quizás debía dejar que mi mente se relajase durante el resto del viaje recordando nuestra infancia antes del terrible día en el que conocí a Víctor y nos tuvimos que empezar a separar, pero eso… ya lo pensaré otro día, uno en el que agradezca que tenga amigos tan cabezotas como para nunca separarse del todo, buenos amigos, sí.

El sonido del tren parando y el aviso de que habíamos llegado a la capital me despertó de golpe. No me lo podía creer. Tom siempre había sido como una especie de calmante para mí, era ese mejor amigo valiente por todos que se atrevía a bajar primero al sótano de la casa de tus abuelos y dar la luz o el que aguantaba sólo hasta el final de la primera película de terror que veíais y al día siguiente parecía haber dormido como si nada, pero jamás pensé que lograría dormirme tan fácilmente por el mero de hecho de ponerme a pensar en él y estar algo cansada. Ojalá fuese como Tom.

La estación no estaba muy ocupada a esas horas, eso me gustaba aunque significase que el hecho de pasarme casi dos horas esperando a ser atendida en el juzgado fuese de esperar, pero al menos ya tenía los papeles mientras caminaba hacia el bufete que me recomendó mi tía Maxi al enterarse de todo, ella siempre había sido como una mejor amiga para mí y se ofreció a pagarme el abogado hasta que terminase todo, sabía que yo no andaba muy suelta de dinero. Claro, mi marido se lo gastaba todo en sus hobbies. Que no digo que esté mal dedicar parte de lo que se gana a eso, pero jamás entenderé cómo puede ser algo respetable coleccionar figuras que jamás abriría o vendería, sólo por tenerlas ahí, acumuladas.

El abogado era amable, no como todos esos tíos que de verdad se creen que las mujeres siempre ganan todo en los divorcios, ojalá entendiesen a qué se debe eso. Bueno, ya tenía los papeles y al día siguiente probablemente le llegarían a mi marido, quizás hubiese sido mejor pasar la noche en casa de otra amiga, pero Tom se ofreció a quedarse en el sofá y estar conmigo cuando la fiera llegase pidiendo explicaciones por aquello. Quizás debí pedir todo esto mucho antes, cuando Víctor insistió en que quería que me fuese a vivir a otro lado porque no tenía libertad para sus figuras, tonta de mí que acepté y le seguía teniendo en casa a todas horas igualmente.

Cenamos con calma, medio tirados cada uno en un sofá, era divertido y hacía mucho que no hacía nada así con nadie. Parecíamos dos adolescentes agotados tras los finales tomando pizza y viendo una comedia americana. ¿Acaso así se sentía vivir de verdad?
Me daba pena dejar a Tom en el sofá, pero no pensaba necesitar una habitación extra para vivir sola, o con mi marido que era lo mismo emocionalmente, y él no quería compartir la cama conmigo, cosa amable por su parte. Me fui a la habitación y me dejé caer en la cama agotada.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Vigilancia, persecución y ¿destino?

Para cuando volví a mirar el calendario una semana había volado. Ahora que el tiempo volvía a correr de nuevo parecía que estaba decidido a recuperar lo que era suyo, mi vida y la de todos, eso eran los granos de arena que caían y a veces deseaba pararlos. Aquel no era ese día. Aquel día era hoy, cuando vi que había muerto un poco más y ni siquiera había pensado en esos momentos, la eternidad del segundo, del día, ya no me mataba y aún así tantas veces me sentía muerta. La pregunta surgió pronto, ¿cómo había llegado a ese punto? Quizás aquel era el día para volver la vista al pasado, muy atrás, meses atrás, hasta entender todo y que las voces se callasen.

El pasado había dejado de ser inmutable en aquel momento, normal, ¿cómo ver las cosas igual cuando sabías que lo que había ocurrido no era todo como entonces creías? ¿Y si todo el tiempo no valió de nada y estabas en el mismo punto? Porque el pasado que pareció tan vacío y silencioso estaba lleno de ojos que ahora reconocía, ¿los agradecía o los odiaba? Ni yo lo sabía. Entonces habían parecido tan agradables, como un regalo maravilloso y anónimo con una bonita tarjeta, un pequeño reto, algo que distrajese. Ahora miraba esa tarjeta y pensaba profundamente si no iba a ser eso la constante que definiese mi línea. Algo que me distraiga sin saber de qué. No pensaba aceptar eso, porque no quería, porque eso decía que todo acabaría en el segundo que me aburriese y eso pasaban con tanta constancia como los ciclos lunares. Voluble, caprichosa, adjetivos que me parecían más degradantes que ser clasificada por una nota o una apariencia. No pensaba llevar esa etiqueta colgada del cuello, no porque me hubiesen perseguido.

Era la deducción lógica -y la que me llevaba otro paso más atrás, a ese pasado del que había huido, el que quería haber olvidado- que tras la vigilancia viniese la persecución  y como inocente cría que se cree a salvo y con enemigos demasiado resentidos para volver en su busca ni me molesté en ocultarme. Al contrario. ¿Me hice más visible sólo para compensar algo? Absurdo, otra etiqueta que no pensaba llevar. Sólo la libertad me movió a aquello y así quedaría registrado pues me negaba a dar por cierto nada más. Dejando caminos relacionados pero no principales la persecución volvía a reclamar su atención. En otro tiempo, en otro caso, con otro perseguidor hubiese resultado agradable, justo, necesario, maravilloso, pero ante todo imposible. Cualquier otro hubiese tenido más decencia, respeto y menos locura. Crueles ironías una vez más.

¿Se podría considerar a eso engañar al destino? Ojalá y este tomase su parte de venganza en algunos casos, en los que fingiendo ser él o engañándolo hay quienes se creen con la virtud de poder usarlo para su fin sin que otros se cuestionen una vez más ¿será esto casualidad? Y la respuesta queda clara pronto, resonando cada vez con más fuerza, que podría serlo y no seré yo quien diga que no, sino la experiencia quien diga que la casualidad dejó de existir hace mucho para algunas personas. Admirada y odiada habilidad que nadie debería tener, la de ser el destino, la de hacer que el tiempo vuelve a matar o a matarme mejor dicho. Queriendo dar la vida y llevándose la muerte en su egoísmo, ¿cómo escapar a quien controla el tiempo? ¿No será menos mortal dejar que este te mate y no la parálisis del mismo cuando pasado un tiempo todo su peso cae sobre uno?

Demasiadas preguntas en un espacio tan corto, de nuevo causadas por una aceleración inexplicablemente explicada en medio de universos sin fronteras y a la vez tan definidos que es imposible decir su definición. El caos, última consecuencia de un tiempo controlado sin control. El tiempo me matará, pero no lo hará tan rápido como desea correr, si fue hecho intencionado no importa su intención mientras no llegue a su fin, ¿se detendrá así el tiempo? ¿Tendremos que destruir lo que el "destino" teje para sobrevivir?

viernes, 17 de octubre de 2014

Compañeros de nada

"El tiempo ha pasado hasta dejar al reloj en silencio en su espera"

Así ha sido, cuando hoy he mirado la fecha y no ha sido al principio, sino casi al final cuando he recordado que hace ya un año, que te has ido. No es la muerte la más triste de las idas, sino aquella en la que ni siquiera hay muerte, no se le puede llamar final y aún así se sabe que lo que estaba ya no está y no volverá, por más tiempo que pase, aunque volvamos a escuchar el reloj, es como una ola y jamás hay otra igual. Pese a todo olvidamos que el sonido seguía ahí, arrastrándose lento, como si así no fuese a seguir arrastrándose, como si fuésemos sus amos y dueños, por eso recordamos ciertas cosas cada año, es el contrato que firmamos con Cronos para no olvidar que él es el único Dios del Tiempo. Jamás podremos echar hacia atrás del tiempo o pretender que ciertas cosas no ocurrieron, no con aquello que alguna vez valió la pena, aunque no fuese verdadero.


"El silencio ha aparecido hasta hacer olvidar las heridas del pasado"
 
Cuando decimos adiós siempre prometemos lo mismo, una y otra vez, porque necesitamos hacer inmortales a quienes quisimos. Que no los olvidaremos ni un sólo día. Otra mentira, en eso basamos nuestras vidas, pero no importa, porque es necesario que no podamos recordar tanto tiempo como juramos, aunque sea sólo a veces. Veces en las que nuestra cordura y vida no podría sobrevivir de no ser así, porque tampoco es la mayor tristeza no poder vivir una vida plena, sino vivir una vida real o una que ya pasó, porque no todo tiempo pasado fue mejor y es por eso que el silencio arropa los recuerdos, tapa las heridas y las desea dulces sueños. Mas no todos los días.


"Las heridas han sangrado hasta que más sangre no ha habido"
"La sangre ha escrito frases hasta que han dejado de tener sentido"

jueves, 2 de octubre de 2014

Give me something

Una sonrisa, un leve gesto que denotaba derrota, pero una derrota feliz, un buen error, de esos que se contaban con la mitad de los dedos de una mano y aún así o se olvidaban menos o no se hacía nunca, ellos solos se encargaban de recordarse, de persistir en el tiempo, como si de olvidarlos nos fuésemos a olvidar de nosotros mismos. ¿Acaso no son gestos fantásticos? Estremecerse sin viento, frío o calor, sin sentir nada más que eso que ni siquiera sabemos que sentimos, ¿vida? ¿Tiempo? ¿Amor? Algún día alguien sabrá lo que es, mientras esa sonrisa sigue ahí, en el tiempo, con ese buen error.

Más que lo que son, lo que nos causa también se podría destacar cuando sin poder mover casi ningún músculo sentimos bailar, ¿y acaso ahí música? Nadie lo sabe, incluso los testigos silenciosos lo han decidido olvidar, que viaje por el tiempo y nunca se sepa, que se pierda, porque hay cosas que no se necesitan saber cuando uno puede bailar sin moverse, escuchar al silencio susurrar, como si la magia fuese real y posible en un lugar tan roto. ¿Lo es? Sonríe así y sabrás que sí. Saber, no saber, olvidar y volver a saber. ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Por quién? Demasiadas preguntas y sólo un gesto en respuesta, como el gato de Cheshire es igual de interrogante, como la Reina Roja se obsesiona, como Alicia sueña y como el Sombrerero loco se vuelve. 

El primero de los gestos que hace que no veamos el resto, los roces contra nosotros mismos que nos hacen dudar de dónde empieza y dónde acaba qué. Dejar que el cuerpo se mueva, sea sin moverse o no. Demasiadas cosas como para contarlas antes de que acabe el mundo, sin tiempo para leerlas antes de que nos perdamos, sin poder entenderlas antes de que la realidad caiga, porque en el fondo cuando comprendemos sólo divagamos más en algo, eso que empezó con una sonrisa y se remonta a algo que ni conocemos pero que creemos que está ahí porque no está y en cambio deja algo.

Filosofía aplicada al amor, ciencia en las letras, arriba en el infierno y abajo en el cielo, cuando todo perdió sentido por ese gesto tan inocente que podría estar haciendo arder una estrella, quemar algo tan bello sólo para decir un "hola" más, movidos por algo que no se mueve, ni se entiende y quizás ni existe, pero que vale la pena.

jueves, 18 de septiembre de 2014

All of me

Miró hacia sus manos, con nerviosismo, inocencia y en verdad no tenía nada que hacer, nada que decir, nada que poseer, absolutamente nada por un segundo, sólo el silencio o ni siquiera él. Y después vino la tormenta. Tantas palabras luchando por salir a la vez, tantas que huían por no querer hacerlo y ni siquiera ella sabía si era porque no se atrevía, quería o podía o quizás, sólo quizás, fuese porque el destino no lo había predispuesto así, pero no era el final, sino el comienzo.

¿Llorar? Quizás quisiera hacerlo por la sensación que provocaba en ella una sensación tan bella que la había tenido sumida en las nubes durante todo el día, haciendo que hasta las peores cosas pasasen volando, pintando una sonrisa en su rostro incluso bajo presión, porque no había nada que la pudiese derrotar en ese momento, absolutamente nada por una vez y aquella era la mejor sensación del mundo, mejor que estar en la cresta de la ola o en la cima del mundo, mejor que ser hija de reinas y reyes, de Dioses y hechiceras, de la vida o la imaginación. Era un pedazo de paz en el infierno. 

¿Y qué hubiese hecho sin sus pequeños gestos de luz? Sin que alguien la sacase de golpe cuando últimamente se iba a ahogar, quizás no hubiese arreglado nada, de hecho sólo había corrido una cortina a todo lo malo y eso era algo que todo lo bueno amaba tanto como para entregarse por completo, de principio a fin, como una forma de sonreír incluso en la derrota, de principio a fin, algo que no se cansaría de sentir. El cosquilleo, la piel de gallina sin que ningún monstruo fuese el culpable, simplemente un trozo de cielo.

Trataba de pensar que era algo más, un trabajo, una tarea, pero cuando se da un pedazo de alguien parece que se llevará todo quieras o no, ¿y te devolverá algo? No se sabe, pero si se sabe que si por un segundo valió la pena, podrás tocar el cielo sin saltar, sin moverte, porque es un momento demasiado hermoso para ser real o descrito, porque parece de un cuento cuando los cuentos no son reales pero salió de uno.

La tinta jamás se acabaría, pero las palabras no lograrían salir con sentido, bailaban por la mente junto con las notas de aquella canción olvidada que de golpe parecía tener todo el sentido del que carecía el mundo, como si una luz lo hubiese iluminado. No todo era tan perfecto, había tensión, nervios y dudas, pero por ese segundo y tantos otros, recordando o imaginando, el mundo pareció perfecto ante sus ojos.

viernes, 15 de agosto de 2014

Transmutación

Como una película, un libro, un dolor de muelas, una clase que nunca acaba y te hace querer dormirte, como una pesadilla que también te llama a dormir pero a no despertar, como un sueño, sin comparación o con demasiadas, simplemente es la vida, una vida o varias. Tiene tantas interpretaciones que uno se pierde, sobretodo cuando no es una constante, cuando no tiene principio y fin como nos quieren hacer creer, cuando nos empeñamos en mirar más allá de lo que nos dicen que es verdad para saber si es cierto o no.

Son pensamientos poco comunes, la mayoría de la gente es demasiado simple como para meditar en ellos, y así les va, esos sí que mueren, mas esas desdichadas personas no son ahora las que nos incumben, ni nosotros a ellas, probablemente estén demasiado ocupados tratando de "vivir" como para aprender a no morir, ver más allá o simplemente aprender algo de la vida que tengo les obsesiona.
Pero hay otros que ya no se plantean qué comer, cómo vestir, qué dirán, porque saben que no sabrán, ni ellos ni los que hablan demasiado, porque la vida tiene cosas más importantes, como el hecho de saber vivir, y parar vivir inevitablemente se ha de cambiar. En las películas son protagonistas que antes de empezar una nueva vida se cortan el pelo, como si aquello las liberase de un gran peso, como símbolo de que han cambiado. En los libros cambian sus actitudes, luchan, reflexionan y vencen, como si fuese sencillo tras saber aquello, pero la vida aunque pueda ser comparada con todo eso no es tan sencilla.

Llega un punto, en el que te miras al espejo y no te reconoces, en el que pese a ser exactamente igual no eres tú, podrías cortarte el pelo, pero no es un cambio así, es una pieza del puzzle de tu persona que no encaja porque no somos un cuerpo, somos lo que vivimos aunque eso nos arrastre al infierno. La pieza nunca encajará. Aunque eso es mentira sólo a la mitad, la pieza no encaja porque es lo primero que a cambiado y ya no puedo volver atrás, no encaja en ese puzzle, pero en otro sí lo hará, cuando cambies por completo y tu antigua existencia dejes atrás.

Aparecerá otra cosa, algo pasado que parece cambiar, pero ¿cómo puede cambiar? Creemos tener el pasado atado, confinado en una caja de cristal que lo aisla de todo, lo podemos ver, observar, contemplar, revivir, casi sentir, pero nunca tocar y con eso nos basta para que siga siendo pasado, pero no es eso lo que cambiar, sino la caja en la que lo vemos y lo que ayer estaba bien hoy está mal, a quien alabábamos ahora maldecimos y el maldito ahora es nuestro rey. Cambios que pueden hacer que el rumbo ya no exista de lo desdibujado que está, porque odias y extrañamos a la vez ciertas cosas que no creemos poder recuperar, lo que era maldición ahora sería un milagro de repetirse y morimos por encontrarlo... morimos... pero quizás no podamos morir.

La muerte tan maltratada, incomprendida, buscada, odiada, idolatrada, admirada, descrita, personificada, decrépita, casi tantas cosas como es la vida y aún así las dos son ignoradas por la mayoría, es una injusticia. Hay a quien la muerte le trae paz, porque se cree que es el final y a quien le aterra, porque es el final, todos piensan en sus vidas, pero si entendiesen la vida sabrían que la muerte es sólo la pérdida del cuerpo y el descanso eterno de la mente, pero si nosotros somos lo que vivimos, los demás son lo que vivieron quizás con nosotros, si nuestras ideas se basan en lo que probamos de los demás y nos gusta, ¿no son los demás las cosas, ideas y opiniones buenas que dejamos en ellos? ¿Y quién podría decir ahora que Shakespeare está muerto cuando sus obras siguen siendo aclamadas, leídas y representadas, cuando esas ideas que mueven las historias viven en otras personas?

Esto puede ser cierto o no, puedes recordarlo y tomarlo como forma de vida o no, hacerme vivir un tiempo más o dejarme en el olvido, el caso es que te escribo, para que sepas que nadie cambia sin motivo.

martes, 29 de julio de 2014

¡FRAN! ¡KENS! ¡TEIN!

Presentación de la idea de ¡FRAN! ¡KENS! ¡TEIN!


¡FRAN! ¡KENS! ¡TEIN! es un corto basado en otro corto de título Frankenstein dirigido por el artista de este año, Anto, el cual se proyectó una vez y nunca más por decisión suya, porque no tenía sentido. Al llamarle del CA2M pensó en volver a grabar la película de nuevo, pero sería totalmente diferente aunque la idea es la misma, narrar la vida de una persona, Anto, a partir de las vidas de otras muchas a las que llamamos "doctores Frankenstein", que somos todo el equipo que hemos hecho el corto (unas 30 personas). Durante una semana grabamos todo lo que hacíamos (y que creíamos importante) para dar vida a este monstruo hecho de pedazos de vidas.

Guión


Presentación
Soy Anto y esta es la historia de cómo me han creado.
Nací esete 30 de Junio de forma inesperada, desconocida, sorprendiendo a todos los que se habían reunido en este museo. Bueno, no estaban tan sorprendidos porque querían crearme crearme, aunque aún no supiesen que iban a hacerlo. Me explico, no soy una persona, soy una idea, ecos de otras personas, de los doctores Frankenstein. Un grupo de investigadores que profundizan en la idea del ser, de los recuerdos, o un grupo de jóvenes cinéfilos de 13 a 18 años.
Soy Anto.

Medias de fecha y lugar
Aquí es donde mi fecha de nacimiento es buscada. Todos los doctores Frankenstein apuntan su día, mes y año de nacimiento para luego hacer la media, entonces sabré cuando nací.
Apuntan también dónde nacieron, pero en un equipo multicultural como este no es extraño que el punto medio sa en mitad del mar. Por cercanía nací en Villa de Valverde, en las Islas Canarias.

Suma de anécdotas = primeros años de Anto
Este es Anto, nació el 17 de Junio del 2000 y esta es la historia de su historia.
Cuando fue a nacer el cordón le estaba ahogando y el parto fue forzado, pero no fue por eso por lo que el padre se desmayó, de hecho no se desmayó, pero fue lo que pensaron los médicos al verlo dormido en la sala de espera. Por lo demás todo fue bien, nació por cesárea a las 7:24 de la mañana.
Aquel fue un día lleno de noticias, como la de que un misil balístico provocó una nube de toxicidad en Rusia, la propuesta socialista de dar 4 semanas por paternidad y lo más importante, que 29 años antes había nacido Paulina Rubio.
Des siempre fue muy patoso, por eso le llamaban Anto el patito, tuvo muchas caídas, pero la primera su madre no la olvidaría. También era muy curioso por lo que con un año se puso a investigar unas escaleras, como si fuese un valiente aventurero y subido a su tacatá, que él imaginaba que era un veloz corcel, se cayó, pero no lloró por eso como en cambio hacía por otras tantas cosas. La historia de sus caídas seguí y con dos años se tropezó dentro de un agujero, pero no perseguía un conejo blanco, sino a un perro que le ladró. Era muy valiente, sí, valiente para ser muchas cosas, pero también muy impulsivo, lo que haría que nunca se decidiese.

*Nota: en la sección de extras tras el corto podréis encontrar la lista de todas las anécdotas, tratamos de meter la mayoría, pero quizás alguna se quedó fuera o la tuvimos que modificar, ahí estarán las originales.

Juguetes de Anto
Estos son los juguetes de Anto, con ellos pasaba largas tardes imaginando ser un superhéroe. Le gustaba saltar en la cama intentando tocar el techo, también adoraba su pizarra en que que dibujaba.

*Nota sobre el "Cadáver Exquisito": por motivos de tiempo no pudimos escribir un guión para esta parte así pues todos los comentarios sobre las fotos de su infancia, pre-adolescencia, adolescencia y actualidad que están formadas por los cadáveres exquisitos fueron grabados el día anterior de forma improvisada.

Pesadilla de Anto
¡Alguna vez habéis tenido una pesadilla? Y no, no hablo de esas en las que te levantas como si nada o cuando sabes que sólo es un mal suelo, no. Una verdadera pesadilla. Algo que te marca como un libro, una canción, una buena película o una obra de arte.
No recuerdo mucho de aquel sueño, sólo el miedo, que todo era extraño. Era como ver un camino que se mezclaba con otros y juntos eran uno. Una alegoría a la vida, porque no es sólo nuestra, depende de todas y cada una de las personas que nos rodean, aunque no les hablemos, aunque no os miréis mutuamente. Pero quizás esto sólo sea como veo el mundo ahora, tras ese sueño.
Hay algo más que recuerdo, quizás lo que le dé sentido a todo, mi hermano. él estaba allí. Quizás verlo me hizo entender que de estar conmigo la historia sería diferente.

Primer amor de Anto
El primer amor de Anto fue como cualquier otro, idílico y fugaz. Soñaba con la idea de estar enamorado, de pasear de la mano con esa chica que tanto le gustaba. Quería sentirse parte de algo. Deseaba entender por qué el amor igual que el veneno, era veneno o no era veneno según la cantidad. No podía comprender esos cambios de humor tan bruscos, cuando la veía era feliz, pero se sentía vacío sin ella.
Se imaginaba su primer beso, o no, podría ser cualquier cosa, cualquier cosa mientras sea con ella, ella era perfecta.
El primer beso de Anto fue como cualquier otro.

*Nota sobre la "Primera canción de amor de Anto": aunque se escribió una presentación de voz en off para la primera canción de Anto esta no se metió en el corto por lo que la podréis leer en la sección de "extras". No tengo la letra de la canción por lo que no puedo incluirla.

*Nota sobre "Hoy": tanto las opiniones de los doctores Frankenstein que salen en esta parte como la construcción de lo que dice Anto se hizo usando la improvisación.

Falso final
Anto: creo que es hora de parar, no tiene mucho sentido que ahora os cuente más, sólo soy un eco, una sombra, y en esta historia, los límites entra la realidad y ficción ya se han desdibujado lo suficiente como para saber que todo esto puede cambiar o no tener ningún sentido.
Doctores Frankenstein: espera, Anto, eso no lo decides tú sino nosotros, los doctores...

*Nota sobre el "Pacto": tanto esta parte como la "Carta de despedida de Anto" fueron grabadas el día de la proyección, la Carta sí está escrita, pero esta parte no. Igualmente podéis dejar en los comentarios del vídeo vuestras opiniones acerca del corto y escribir a frankensteinca2m@gmail.com con anécdotas que alimenten al monstruo, en unos años nos reuniremos para decidir cómo contar esas anécdotas y nuevas vivencias de la vida de Anto.

Carta de despedida de Anto
Queridos doctores:
Ahora sí es el fin, pero no es que yo vaya a morir aquí, soy una idea ¿lo recordáis? Y las ideas nunca mueren.
Yo soy una segunda versión que seguirá dando vueltas o no, eso es ahora decisión vuestra y de los doctores Frankenstein. Soy la suma y resta de sus vidas, pero la historia que habéis visto sólo tiene sentido ahora, en este momento porque con el tiempo los recuerdos cambian.
Ahora soy también parte de vosotros y mi historia sigue, incluso quizás en otro tiempo fui vosotros como durante este tiempo he sido cada uno de mis doctores.
Adiós, hasta que alguno de vosotros vuelva a crearme, a verme, a ser yo.
Esta ha sido la historia de cómo se crea una historia que sólo existe en ese segundo.
Anto.
P.D.: no me olvidéis.

Corto



En caso de que no se pudiese reproducir os dejo el enlace: ¡FRAN! ¡KENS! ¡TEIN!

Extras


Anécdotas
Durante el parto el padre estaba dormido y los médicos fueron a reanimarlo.
Nació dos semanas más tarde.
El cordón estaba por el cuelo y le estaba ahogando, nació por cesárea.
A los 2 años había una jardinera (boquete en el suelo) para que no se inundase, se cayó por jugar con una pelota y se le inflamó el moflete, por ese le llamaban mofletitos. (Nota: de aquí salió el ponerle un mote a Anto)
Se cayo por las escaleras desde un tercero.
Se pasó toda la primera noche en casa llorando pero después ni una lágrima.

Presentación de la primera canción de amor de Anto
El amor es algo que parece imposible de expresar, pero siempre lo relacionamos con algo, esta es la primera canción de amor de Anto.

Presentación de los vídeos caseros
Estos vídeos que ahora se van a presentar son los típicos vídeos que todo el mundo tiene, aunque no se sabe por qué están ahí, un día llegar, los encuentras y te ríes. 

jueves, 17 de julio de 2014

La última vez

"Hay tantas y tantas cosas que hacemos por primera vez... tantas como las que haces por última vez, queramos o no. No es nuestra elección. Creemos tener el control de todo por el mero hecho de que controlamos el momento en el que ocurre o deja de ocurrir, sabemos que no de todo, pero aún así como de la mayoría de cosas lo hacemos ya lo demos por válido, porque no hablamos de cosas como medicina, de la que depende nuestra vida y no nos vale que un medicamento sea casi fiable, o de matemáticas, que son las reinas de la exactitud. ¿De qué hablamos? Porque no dejamos de hacerlo y ni entendemos lo que hacemos, decimos, pensamos, opinamos, nos limitamos a lanzarlo como si fuese una pelota que esperamos que el otro atrape y entienda. Hablamos de nuestras vidas, de nosotros mismos.

La relatividad se hace presente en todo una vez no lanzas la pelota, sino que calculas como tirarla. Porque el momento en el que nacemos no lo decidimos, ni cuando hablamos, ni cuando empezamos a comer algo más sólido que un puré, aunque lo deciden otros y eso también nos afectará, pero dejemos a los otros y esperemos que también sepan que esto tiene repercusión, ahora estamos hablando tú y yo y quiero que el lanzamiento que va directo y claro a ti no se convierta en una pelota dando saltos aleatorios en tu cabeza, ¿entiendes?

Parece una tontería, pero cualquier primera vez es tan relevante como la última, siempre que sea tu decisión, en cambio las primeras nos parecen más determinantes porque de ahí surgirá cómo seremos más adelante, somos el reflejo de como fueron con nosotros y como fuimos, cómo nos tratamos a nosotros mismos además de cómo nos trataron, pero es más fácil culpar a los demás. Pobres demás, bueno no. Vayamos a lo importante, las últimas veces, como cuando decides dejar de fumar, de beber, de comer tanto o tan poco, de salir tanto o tan poco, de ver tal programa, de leer a tal persona, ¿por qué? Porque asumimos que es malo, que ya no nos satisface y eso está muy bien, ¿pero y lo agradable que era ese cigarro? Ahora lo extrañas, pero sabes que te morirás antes si lo enciendes, ¿por qué en cambio no sabemos que seremos terriblemente infelices hablando con algunas personas o haciendo determinadas cosas? No es porque no creamos que la vida valga lo suficiente como para eso, sí lo creemos, pero eso no parece tan mortal, pero eso puede cambiar. Las personas cambian. Esa frase es... posiblemente de las cosas más relativas que hay, precisamente por qué cosas hizo por primera vez y cuando, por lo que hicieron los que rodeaban a esa persona, cuándo, por qué, cómo y en qué momento sobretodo por primera vez, porque es la que no olvidamos, el resto son añadidos al primer recuerdo, como una base que se modifica añadiendo, poniendo excepciones, etc.

La verdad es que no todas las personas cambian tanto o cuando nos gustaría, algunas ni siquiera lo hacen y otras... simplemente no ha llegado su primera vez y les cuesta más de lo normal, pero no importa, no hay que alarmarse, porque para eso, cambiamos nosotros, porque por eso... están las últimas veces.

Y perdonen la disertación filosófica, pero bueno, tenía que hacerlo por primera vez, ¿no? Puede que les haya cogido por sorpresa, pero no veía un momento mejor"

Y dicho eso, mi mejor amigo se separó del atril frente a mi ataúd. Nadie le entendió. Nadie vivo, al menos, porque yo sabía que hablaba para mí, que ese era su último adiós, el que no pudo darme la última vez que nos vimos... Aquella fue la última vez que le vi, no sé cómo ni por qué, quizás porque no podía sumirme en la nada sin despedirme de él la última vez.

viernes, 20 de junio de 2014

Anonymo

Oía los grillos por la ventana junto al agua fluir, parecía el paisaje idílico de la calma, sumida en las nubes de una almohada, envuelta en la seda de las sábanas, pero el descanso lejos andaba ya, cómo un habitante de paseo nocturno que se pierde y al alba se vuelve a encontrar, no serán los brazos de Morfeo quienes la encuentren a ella, no, que por más que el tiempo pase, algo agita su corazón. Si no es amor más que aquel que se sabe imposible y por ello se desprecia, ni tristeza por una muerte anunciada, ¿no será el miedo del preso, del torturado inocente, cuando su alma ante la muerte se inclina? Y no pasan las horas ni los minutos, que son siglos los segundos de sufrimiento por una voz que no se alza, por una vida que se desangra... pero pocos lo supieron y menos la ayudaron, que salvo aquel caballero de nombre perdido no hubo nadie tan amable y vivo para hacerla creer, soñar, una historia más narrar y después descansar.

Casi el papel se acaba cuando la noche y la tormenta marchan, no es el fin de ninguna guerra o batalla mas la alegoría de aquella trama. Van y vienen las personas, cambian los vientos de tierra y mar, corren las hadas a sus casas cuando ahora la ven llegar. ¿No es cierto sabiduría que tus alas la quisiste dar? ¿No es cierto valentía que te espada porta ya? ¿No es cierto valor que tu mapa la ha de guiar? Y así fue como cambio noche y día, día y noche, no quedó pregunta sin respuesta que no fuese capaz de soportar, los demonios la temían y los ángeles la adoraban por igual, ¿quién fuera culpable para verse por ella condenar? Que ahora son sus manos las que a otro lugar te pueden llevar. Mas jamás se vio olvidado el silencioso nombre del caballero, aunque sus hazañas aún se puedan escuchar pues quisiera la dicha que las fuesen a juntar y así termina otra parte de la historia sin par, que no se pasa a ella por esto, más sí a la de una persona excepcional.

sábado, 14 de junio de 2014

Oz

"No te preocupes" dijo él, ¿pero cómo iba ella a hacer eso? No, no era amor como tal lo que se lo impedía, pero al mismo tiempo lo que demostraba. Le quería, le quería mucho más de lo que él sabía, su pequeño, como solía llamarlo, alguien a quien cuidar... pero que había empezado por cuidar de ella, ¿cómo no querer hacerlo algo de vuelta?

Un suspiro salió de sus labios mirando aquella imagen ilusoria, todo y nada, sólo palabras que reflejaban el alma más amable que había visto. Porque en un mundo de oscuridad y dolor las personas como él eran las octavas maravillas, ángeles en la tierra, verdaderas razones de fé, ¿cómo no iba a quererlo?

Se sentó a su lado en silencio, disfrutando de la paz, aquella que se respiraba en la tensión de la guerra antes del primer disparo, de su primera palabra, la que abriría el camino a todo un mar de emociones, uno de sus discursos, una de sus pasiones:

"Oye... no puedes ser tan agradable y decirle a alguien que no se preocupe, ¿sabes? Es como si esperases que por cuidar una flor se fuese a marchitar..."

Empezaba hablando con calma, despacio, dejando que las palabras saliesen poco a poco, sabía que sólo así lograría que escuchase, se sentía como si le estuviese narrando un cuento a su hermano pequeño, la hacía sentir bien, siempre desde que se conocieron y no soportaba no lograr lo mismo, no soportaba no ver una sonrisa como una estrella de brillante en su rostro, porque para ella era una luz, había iluminado su vida de una forma nueva, diferente... pero jamás se podría plasmar eso ni talando todo el Amazonas, algo que además jamás se plantearía hacer, pero internet era pequeño para guardar tantas cosas... Trató de resumirlo una vez más, de ir un pasito más allá:

"Lo que quiero decir es... que no vas a lograr que deje de insistir en estas pequeñas cosas porque otras tu fastidien el día, no puedo, porque tú jamás dejas de hacerlo. Gente pequeña, haciendo cosas pequeñas hacen cosas grandes, ¿lo habías oído alguna vez? Pues tú para mí ya eres grande, así que no voy a permitir que una cosas pequeña oculte tu luz... además, es de noche, ¿cómo vamos a encontrar el camino de vuelta sin tu luz, sin tu valentía? Hicimos un trato, que tú serías mi valentía y yo tu cerebro, así que escúchame porque no sé si podré hacer, pero jamás lo voy a dejar de intentar. Por muchas cosas que te ocurran no vas a estar sólo de nuevo, no puedo asegurar que no te vayan a hacer más daño, aunque puedo enseñarte a ello, pero sí te prometo que haré que veas lo grande que eres... o te hartarás de oírme, ¿qué me dices? ¿Nos vamos a Oz?"


A.N.: dedicated to @HookPirate's users

lunes, 9 de junio de 2014

Eres única

Será que el tiempo es caprichoso y le gusta jugar con los humanos, como aquella canción francesa que decía que sólo somos juguetes del destino y que estamos totalmente solos, y por eso digo que será que necesitamos un día para arreglar otro, aunque podemos acortar el tiempo de los años en meses, porque las lecciones necesita un mínimo, pero solemos negarlo, porque la vida nos ata, el reloj nos tira y arrastra...

Dejemos los desvaríos un segundo, antes de que reloj me arrastre de nuevo y no pueda terminar de hablar, de que esto es porque nunca entendemos lo que la vida dice, conocemos tantas lenguas pero no la más básica, la que no necesita palabras, la que es un latido, la que es un aleteo antes de un huracán... Y así es como habla la vida, por eso cuando la oímos es tarde y morimos, quizás ese sea su secreto, da igual ahora, ese no es el tema y de nuevo el reloj me llama. Cuando más nos grita menos escuchamos, nos volvemos locos por lo que oímos y no lo entendemos mientras hacemos oídos sordos a los susurros a la espalda que son peores que dagas.

¿Qué digo con esto? Que desoímos a nuestra cabeza, no la entendemos cuando creemos que nos ataca y sólo trata de enseñarnos algo más, un paso nuevo, va por delante de nosotros, pero no la vemos, nosotros corremos y ella más, es la sombra que no nos abandona ni en la noche, somos nosotros y la vez no nos entendemos, somos únicos, somos diferentes hasta de lo que pensamos, por eso no oímos que no nos grita para asustarnos, ni siquiera grita, somos nosotros los que lo pensamos, porque lo que nos da miedo es lo que trata de enseñarnos, que lo se somos es por lo que fuimos y seremos, aunque eso nos asuste, pero vencemos.

sábado, 7 de junio de 2014

Estrellas

"Una pesadilla, un sueño" era la descripción de su vida, la vida de alguien con unos propósitos y sueños más allá de las estrellas, con la capacidad de llegar allá donde todos deseaban pero nadie había pisado. No es que fuese sólo por como era, sino por quien era, porque las estrellas deben estar en el firmamento, pero ¿qué pasaría si se pudiese atrapar a esa estrella, capturarla para nunca más dejarla brillar, verla ahogarse sola por falta de aire o como su brillo se pierde porque ya no se necesita?

Se sentía como si ardiese, por dentro y no sólo por fuera, toda su pasividad que no era sólo mérito suyo sino de la sociedad la había encerrado, pero las causas ya daban igual, se estaba quemando por dentro día tras día con el simple hecho de mirar a su alrededor, no por desagrado, sino por deseo, aquellos que jamás vería a su lado. No se necesita mucho para hacer un imperio arder, tampoco para que las estrellas se quemen, sólo hay que dejar que se congelen poco a poco, a cada segundo, con cada pensamiento de algo que no se hizo, que se quiere hacer y no se hará... pero no es porque no se pueda, sino porque el frío es tan profundo que no se podrá ni mover, ¿o acaso no es así? Como una estatua, la golpearon y crearon gritas, como un ángel lloroso el agua se acumuló y ahora se congela, dentro de poco sólo quedará polvo, polvo de estrellas y de ángeles.

Pero hay algo que la gente no sabe de los ángeles y las estrellas, cuando nadie mira hacen cosas asombrosas, cuando la oscuridad es más fuerte más luchan... Dejando la normalidad y el silencio impuesto por las masas, el sufrimiento al que la condenaba la vida y recordando lo que las leyendas de sus raíces decían tomó la decisión más difícil que cualquier ser racional alguna vez debió tomar, simplemente se dejó llevar como Alicia cayendo por el agujero hacia el País de las Maravillas y de la misma forma dio aquel simple paso, eso que todos los días parecía un infierno se calló, el diablo se asustaría de cruzarse con ella, los que la mandasen callar desearían perder la lengua, no sería más la silenciosa estatua de amable sonrisa en la que todos se apoyaban a lo largo de sus vidas en el cementerio de las ideas muertas, porque ya no estaría allí, sino tan lejos como sus alas quisieran, hablaría sin temor pues jamás podría equivocarse una vez sabido que la suerte no existe, pero si lo hace va con ella y jamás hubo algo de lo que no hubiese aprendido, como a mirar a los ojos sin temor pues no son más que dos ventanas hacia la verdad de las personas, a caminar sin rumbo en la vida pues ella misma construía su camino. Quizás no todo saliese bien, pero nada podría salir mal...

jueves, 5 de junio de 2014

Love was never an option (el amor nunca fue una opción)

Me niego, así de simple, así de directo. Me niego en cuerpo y alma a sentir una sola vez más eso, algo como eso, esa emoción, ese vértigo, ese placer, ese dolor, eso que algunos dicen que lo mejor de la vida y que nos hace vivir, eso... que para mí es sólo algo del pasado.

No es sólo por lo que sea, lo que signifique, por las complicaciones, es una razón más allá de lo filosófico y lo personal, es algo que simplemente no puedo permitir que ocurra. Si en mi deber está mirar por los demás, ser aquella persona que arregle años en meses, arreglar pequeños mundos y hacer que el Sol brille una vez más no podrá coexistir con algo tan terrible para el alma como eso sin acabar en un dolor fatal.

Pero y a la vez que digo esto me planteo si acaso no será lo que falte para tener control total de mi potencial, lástima que nunca lo sepa, lástima que nunca lo sienta, pero simplemente es así, no puedo hacer más que dejarlo ir, surcar el mundo en solitario y jamás ver una amanecer en un verde que jamás seré capaz de expresar ni aunque tenga el poder de aquel Dios que controla las palabras a placer. Somos lo que somos por las cosas que hacemos, pero aún más por las que no hacemos. Hoy soy libre, hoy soy yo y puedo pensar en los demás, de hacer esto estaría atada de nuevo y ciega, en la oscuridad, donde sólo el frío alcanza a recordarte que vives, que existes, pero no más, la vitalidad se funde en la sombra y el pesar gana el placer, dejas a la gente sin guía y tú también te pierdes. ¿Entiendes? Jamás podría hacer eso, a mí, a mis responsabilidades, aunque eso me niegue aquello que haga que por una vez me arregle a mí o quien me ayude o quien... todo. Es una precio que pagamos por lo que deseamos, un precio que nunca me asustó, no es algo que me duela, es algo que no quiero pasar, pues aún en la peor situación sé que la magia nunca abandonará mis dedos mientras pueda tocar el cielo libremente y que podré volver al instante exacto de conocerte, no sufro por lo que pasará ni por lo que no paso, simplemente no puedo sufrir si quiero que los demás vivan.

Quizás nadie más me entienda y ya he aceptado que nacemos solos y morimos solos, quizás acabo de entender aquella película que debería volver a ver, hay tantas cosas que ya sé, pero más por descubrir, quizás que todo estaba mal, pero la razón no me ha abandonado aún más decirme que cosas jamás hacer y a cuales lanzarme sin respirar, es simple no hacer, no dar, pero ¿no amar? No hay peor castigo que dotar a un ser del don de expresar las cosas más bellas e imponerle la prohibición de hacerlo, ¿y si quizás es esto lo que hace que todo sea lo que es y está bien? Nunca se sabe el buen camino hasta que se coge ese o el malo, pero no podemos cerrar los ojos a la nada, dormirnos, dejarnos llevar por las buenas o malas lenguas, elegimos, fallamos, acertamos, pero hay cosas que haríamos una y otra vez igual... Aquellas que se tienen tan claras no cambian, pero... quizás no tenga esta tan clara.

No es lo que vivimos, es lo que después nos da de sí, lo que digan las serpientes y las risas de los amigos, creo que es fácil entender que sin ser opción no quiere decir que no exista, salvo que no se elige, que este papel no dice nada, que las palabras ya han desaparecido en el viento y he malgastado el tiempo. No me arrepiento. Hablamos todo el día, no cesamos de comunicarnos, ¿y con nosotros cuando hablamos? No tenemos nada que decirnos, ahora sólo importa aquel o tal, pero me aburre, quiero la libertad, quiero cometer errores... y eso no cambiará quien soy.

Sí, ahora lo veo, ahora vivo.

miércoles, 4 de junio de 2014

No les dejes saber

Tratamos de mantenernos aislados, como un cable eléctrico que vaya a hacer arder toda la casa al menor roce. Tratamos de no dejarles saber nada a nadie, pero al final no lo sabemos ni nosotros, que quizás la realidad no es lo que parece y son los cristales clavados en los ojos los que nos lo hacen creer, que tal vez los hombres nacieron para tener alas y volar pero nos las cortaron al decir que era un sueño irreal, ¿qué es irreal? ¿Hacer lo imposible cuando estás hundido? Es precisamente entonces cuando lo hacemos, porque algún día no tendrás que hacer nada, te lo habrás ganado hoy y no recordaremos el ayer. Eres efímero. Lo que tú no hagas no irá otro a hacerlo por ti, pero lo que te hagan no tiene sentido devolver, porque siendo así, ¿vives para ti o para lo que te han hecho? Que la filosofía responda al resto.

Y siendo todo tan complejo y con tantas caras caemos en un estado de confusión, negro es blanco, blanco es gris, gris es... cenizas. No sabes que sentir, lo sientes demasiado, el instinto gana a la razón, el caos se apodera del cuerpo y la mente, la distracción es la pérdida de tiempo que tapamos con las excusa mientras vemos la arena caer, otra vuelta y has perdido la partida de tu vida. La vida es un tablero. No te sabes explicar, pierdes los papeles, eliminado. 

Todo esto es demasiado cansando, que lo acabe otro porque mientras tú lo piensas y lo entiendes yo ya he decidido. Quédate con tus problemas y los míos, muere si te place, que el reloj va a girar y apareceré en Nunca Jamás para no cambiar, que no crecer, para elegir el camino y seguir hasta el final, para ser fiel a mí y no a mi moral, mi ética, mis instintos o mis principios que es cosa de pensar. Lo que eres, eres, nadie más lo será. Cuando por fin te decidas quizás el camino coincida, creas todo o no creas nada, creas sobre ti pero no sobre los demás, el mundo sea de piedra o cristal, el día sea la noche o la noche el día, encontrada la solución no se debe perder tiempo, hallado el camino retornemos a casa, a nosotros, a un lugar nuevo, al mismo de siempre, a uno cambiado. Deja de pensar en lo que digo, habla contigo. 

martes, 3 de junio de 2014

Tu reflejo, tu sombra

La metáfora del espejo está demasiado vista, ¿no crees? Y quizás ni haga falta porque si necesitas verte para odiarte, quizás no te odies tanto... sólo odias lo que ves, cuando lo ves... así que ve y rompe ese espejo, aquí te espero.

¿Ya lo has roto? Bien, yo... no puedo hacerlo, ¿sabes? Bueno, podría romperlo, pero me cortaría y me seguiría odiando, así que prefiero entretenerte un rato, quizás cuando acabe entiendas que no estás roto como el espejo.

Yo antes no era así, bueno, esto es otro tópico, pero sí es cierto, cambio a cada segundo aunque ni siquiera me mire, en cambio otros permanecen iguales bajo los focos, no se derriten, me hace gracia pese a cómo me llaman y cómo puede ser, pero eso no importa, importa cómo y quién soy y por qué te estoy contando esto. El caso es que soy esa persona que siempre anda detrás de ti, se asegura de que todo vaya bien aunque te olvides de mí y esas cosas, pero no me importa, soy feliz de hacerlo si un día te veo ser lo que no soy.

La gente se fía de mí, pero yo no confío lo más mínimo en nada, a fin de cuentas cualquier día podría desaparecer, pero no estoy sola, oh no, el problema es que mi dueña es casi como yo, pero no me escucha... Desaparece ella sola mientras se deja llevar, hundirse lentamente mientras está pensando, no debería pensar, piensa demasiado y entonces llega la ansiedad, pero no sé si no es peor cuando eso pasa, tenemos la fase exaltada y la deprimida.

Llorar, llorar, llorar, se auto-convence de que es feliz, pero no sé si lo es, hay cosas que no entiendo y no podemos entender de ninguno, pero ella encuentra una maravillosa felicidad y belleza en ciertos actos, aunque no hayan ocurrido aún, pre-ve cómo se sentirá, sería buena actriz, pero no quiere actuar, eso ya lo hace, ¿será por eso que es buena? Su visión y cerebro son algo hermoso, la hacen ver el mundo así, pero no siempre, cada punto se marca más para ver los pequeños, pero tampoco es caso de que te hable de esto, no se puede explicar cómo las escenas bailan, cómo fluyen... mira, empiezo a ver cómo lo ve, ese momento que quizás nunca ocurra en realidad pero que en su mente es casi real, nota el ambiente, los que la rodean, el aire, el sueño, los nervios, la tensión... será mejor parar.

¿Lo has visto? Tú odias un reflejo que crees real, yo odio la parte negra del mismo, la que a ti no te deja ver a través del mismo y la que a ella no la deja ser libre, quizás debería romperlo, pasar a través de él e irse muy lejos, quizás debería limitarse a su reino, pero hablo sin saber, no entiendo todos, pero sí entiendo que mañana será otro día, quizás el día en que todo cambie, el primero de tu vida, es así como se dice, ¿no? Aquel en que no eres quien eres, sino quien naciste para ser... Uno entre millones, no en reflejo, no alguien atrapado.

Creo que aquí termina todo, ya es de noche y es entonces cuando la oscuridad te impedirá verme, pero no te asustes, estaré allí por la mañana.


martes, 6 de mayo de 2014

¿Y si no pudiera verte?

Conocía a la perfección el sentimiento, todos los días desde que le conoció parecían haber transcurrido de la misma manera, viéndole... Aunque eso significara acallar todo lo que sentía, sentarse y suspirar por dentro perdida en sus ojos, en su cabello, en su sonrisa, pero no podía arriesgarse a nada más, aunque tuviese la posibilidad de que todo saliese bien, una gran posibilidad... Pero de eso hacía ya años, ¿de qué servía volver a pensar en aquellas deliciosas tardes de verano antes de su particular infierno de vida y de olvidarlo? Quizás por saber que en el pasado sintió algo antes de todo y que podría volver a hacerlo.

Dejaba vagar sus manos por el piano con suma suavidad, no necesitaba, ver, el corazón la guiaba y mecía en sus habitación, cansada, destrozada, quizás, pero eso era signo de que estaba viva, al igual que el hecho de recordar los viejos tiempos con él... tanto que no pudo detenerse más y le escribió una carta, la más bella jamás escrita por su mano, ni siquiera a un Dios se había dedicado tales palabras y aunque su destino fue el fuego siempre quedan fragmentos de historias dignos de ser salvados:

"¿Aún me recuerdas? Antaño no había sol de verano capaz de separarnos por más de unas horas, a veces ni siquiera eso, pero todo cambia, ¿no? Aunque de verdad espero que tú no lo hayas hecho, nunca te lo dije, pero siempre has sido mi único y verdadero caballero..."

Durante un tiempo fue arduo recomponer aquellas emociones, palabras que un tiempo atrás bailar suaves sobre una pluma y que eran encontradas en los lugares menos esperados de aquella casa abandonada que tiempo atrás fue el hogar de una historia tan maravillosa. Quizás de aquellos que ya están muertos, pero no sus palabras:

"Recuerdo pocas cosas de cuando tenía aquella edad, tú no eras mucho mayor que yo, pero si recuerdas algo de mí espero que sean aquellas veces en las que aún de forma inconsciente me sentí como alguien especial de verdad por primera vez. Aquellas en las que daba igual quien fuese, dragón, caballero amigo o enemigo, no consentías una falta de respeto, o en las que de forma más tranquila y amena me enseñabas, jugábamos o no te querías separar de mí porque decías que te gustaba acariciar mi cabello, entonces no te lo dije, pero no había mayor placer en la Tierra para mí que quedarme ahí quieta, sintiendo tus dedos pasar suavemente entre mis mechones castaños"

Una postura delicada expresar todo eso a la nada, palabras susurradas a un fantasma, una carta nunca enviada o recibida por un muerto. Un acto así, surgido de un momento tan delicado y doloroso como suave y placentero, mecida por el viento en una sala totalmente cerrada, bailando sin mover más que una mano, rozando la seda y a la vez no era más que una mala tela, sumergida en un deseo que no fue expresado a tiempo:

"Y quizás, sólo quizás recuerdes aquella vez en la que fui a llamarte, como de costumbre, pero de una forma mucho más extraña, saliendo de casa en silencio, con mi único y preferido vestido, con mis zapatos brillantes, con el mejor peinado que podían dar mis manos y la desesperación... sí, sin duda lo notaste y lo recuerdas, porque lo vi en tus ojos, porque por eso jamás pude decir la frase que estaba destinada a quedar en el olvido. O quizás no lo hice porque, ¿qué más me daría aquello si te veía cada día? Lástima que el tiempo siempre fuese tan cruel conmigo..."

Ningún trozo más de aquella historia pudo ser recuperado y hay quien prefiere las historias sin final, en las que una puede soñar e imaginar lo que prefiera, que se encontraron después, fueron felices y se casaron o no, por desgracia para esas personas en esta ocasión sí hay un final:

"Al último de los verdaderos caballeros:

Sé que jamás leíste mi carta como no leerás esta, pero si aún hay un acto de rebeldía que puedo cometer contra el destino es negarme a dejar en el aire aquellas palabras, las que podrían haberme salvado de la locura que viví después, porque nunca me hicieron la pregunta adecuada, ¿y si no pudiera verte?

Ahora entiendo a todos esos que dicen que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero quizás era una lección que aprender así, quizás en un mundo paralelo me atreví a decirlo y tuvimos que enfrentarnos al mundo entero los dos juntos, hay tantas cosas que ya he aceptado que no sabré... Por algo tan tonto, por dos simples palabras... pero ahora es tarde como para lamentarme por aquello, elegimos un camino con cada decisión que hacemos, hice la mía y quizás de vivir de nuevo cambiaría todo o recorrería el mismo camino si es que así estaba escrito.

Lo que los sabios no nos dicen es aquello que aprendemos y es a de verdad saber hacernos las preguntas necesarias, que no son aquellas que nos dan más información, sino las que de verdad nos hacen enfrentarnos al mundo, ver todas las opciones y lanzarnos. Al perder ganamos, pero no dejaré que el tiempo y el silencio se queden con aquellas palabras que ahora creo que debí decirte sólo a ti, aunque siga siendo tan difícil como aquella vez, quizás lo fu porque no debía decirlo, pero eso no importa ahora, porque ya no voy a saltar a ningún lado y me dará igual no escuchar jamás una respuesta, durante todo este tiempo la he tenido en mis recuerdos y ha sido suficiente, pero no quiero que pase un segundo más sin decirte la verdad:

Te quiero"

viernes, 2 de mayo de 2014

Superviviente

"Dependiente", la palabra ahora resonaba como un eco en su mente mientras su pie se movía al ritmo de aquella canción, ¿era de supervivencia? ¿De odio? ¿Puro egocentrismo? Aquello no importaba porque no intentaba llamar la atención de nadie, no desde aquel día, y mucho menos llamar su atención. Sabía que todo lo que hiciese podría ser interpretado como un gesto, pero no era así y si los demás no lo aceptaban, si esa persona tampoco... simplemente no era su problema, porque había demostrado que pese a no ser más que una obra de arte en lugar del artista, sólo necesitaba una palabra, la palabra correcta, el momento adecuado e interpretarla como sólo ella sabía hacer.
No tenía miedo a aquel cambio, quizás aquello fuese lo que la había retenido tanto tiempo, alejando el teclado de sus manos, los libros de sus ojos, la música de sus oídos, pero en ese momento se sentía como si estuviese lista para todo de nuevo, para ser una caja de Pandora que debía sorprender, dispuesta a todo y por extraño que sonase, empezaba a pensar que por fin estaba orgullosa de sí misma.
Quedaba mucho por demostrar aquella nueva realidad, la de una obra de arte que debía convertirse en su propio artista, la de una ex-dependiente que debía vivir por su propio pie desde ese instante y hasta el final, pero que estaba dispuesta a hacerlo, porque no quería volver a estar al borde del abismo sujetada sólo por la mano de un fantasma. Y sería cosa del destino si quería volver a ponerla aprueba, pero como las chispas que saltaban de sus dedos al mínimo roce del metal, sabía que estaba de vuelta con más fuerza que nunca, para saltar a la mínima, para comerse el mundo... para vivir, como siempre, a su manera.

domingo, 20 de abril de 2014

Vuelve

Vuelve, fue lo que susurró en su oído, 
vuelve, lo que pensó en el mismo momento en el que se fue, 
vuelve, en cada segundo que estaba rota de nuevo, 
vuelve y quédate.

Porque había sido estúpida, 
porque había dejado lo mejor de su vida marchar, 
porque ningún lazo estaba roto, 
porque las olas siempre van a romper al mar,
oh, por favor, por favor, vuelve amada mía, 
vuelve y aunque no merezca que me ames, 
déjate amar. 

Que sin tus palabras yo no escribo, 
que sin tu gracia no respiro, 
que sin tu existencia el Sol va a dejar de girar.

Vuelve amada mía, 
que no sé yo si así un segundo más, 
mi corazón podrá palpitar,
vuelve por los ángeles que me has enseñado,
vuelve por los demonios que hemos derrotado.

Vuelve y te lo pido así,
en el verso que me enseñaste a adorar,
vuelve con tu escritura grácil,
vuelve y déjate amar.

Vuelve aunque yo no sepa poesía,
porque la poesía en ti la sé encontrar,
vuelve como aquella que volvió de la muerte,
para a su rey y princesa al fin encontrar.
Vuelve por el Rey descorazonado,
que con su reino perdido aprendió a caminar,
vuelve por el ángel caído,
que a la lado de la que al infierno a uno mandó volvió a volar.

Vuelve por lo que desees,
pero vuelve,
que sin ti me voy a marchitar.

Vuelve.

sábado, 19 de abril de 2014

As life comes

Cada día creo que el mundo está un poquito peor, si para ser quien eres tienes que pasar por lo que pasas y eso no se lo deseas a nadie, ¿es que acaso no vale la pena ser? ¿Vivir? ¿Existir?
Te halagan y sonríes, no lo finges porque son personas a las que quieres, ¿cómo no quererlas si es para lo que estás? Pero a la vez piensas que no vale la pena, ¿por qué te halagan si para ser así has pasado por dolores que no podrías ni narrar? Experiencias que no se pueden transmitir, gritos mudos en cada sonrisa por un cumplido que crees que no mereces, porque no eres, porque te han hecho, forjada bajo el fuego como la más mortal espada y la más dulce y salvadora pluma.
Sigues sonriendo aunque te duelan las mejillas, es sincero pero en lo más hondo de ti sabes que no te va a salvar, nadie salva a lo que no es, nadie salva al superhéroe, nadie te salva a ti, porque tú estás ahí para salvarlos a ellos.

La luz más brillante y habitas en tu propia sombra, la sonrisa más tierna y lloras cada noche o en mitad de una carretera mientras observas a vida pasar, a esa gente sonriendo, ¿por qué no puede ser para ti? Porque tu eres la razón por la que algunos están donde están y tiene lo que tienen, porque eres la base, porque te hieres si es necesario, porque ocultas tus lágrimas secando las de los demás.
Respiras un segundo antes de lanzarte a otra aventura, recoger otra alma, recomponer tus piezas, ¿pero quién tiene las tuyas? ¿Te reconforta saber que puedes curar las heridas más profundas cuando miras las tuyas en el espejo, saber que puedes deshacer y hacer mientras te lamentas por lo no hecho?

Pero nadie va a responderte a esas preguntas una vez tus hacedores te abandonen, la búsqueda es inútil y te resignas a la la función para la que has sido moldeada a base de golpes, para la que te han quitado corazón para ti, pero porque debes dárselo a los demás... crees que no va valer la pena otra vez, hasta que escuchas esa palabra que trae consigo algo de paz y libertad a tu alma, alguna pieza robada, algún sueño roto, un gracias de un extraño, un motivo.

lunes, 7 de abril de 2014

Bloody Mary

Sangre en los bosques nevados de Moscú
Bueno... es hora de hacer algo, ¿no? -Sacó su teléfono, marcó y espero a que alguien respondiese mientras observaba las frías calles de Moscú. Al poco alguien respondió con un suave acento ruso, sin duda era alguien que había viajado mucho, quedaron en verse en una hora- 

*Una hora después*

-Se encontraba en una amplia sala con tapices en el suelo y las paredes era un pequeño palacio- *prefiero el mío* -pensó. Entró por la puerta alguien del servicio que la indicó que ya podía pasar. Era una habitación algo más pequeña, con una cama en el centro. No cruzó palabra alguna con el hombre que estaba desnudo en ella, se empezó a quitar la ropa y se acercó a él, sonriendo de lado- "Vaya, así es como hacen tratos todas las inglesas" -la costó contenerse ante aquellas palabras y no matarlo tan pronto, en lugar de eso se inclinó y le susurró- quizás, pero ninguna los hace mejor que yo -el hombre parecía impaciente, pero antes de que la pudiese rozar sacó un móvil- primero, el dinero -se lo dio al otro que marcó un número y después dejó el móvil- ahora sí podemos cerrar el trato. 

-Cogió las manos del hombre y las ató al cabecero, le puso una mordaza y cuando él esperaba recibir su parte, la joven sacó un cuchillo. Sus ojos reflejaban terror mientras ella jugaba con el arma en las manos- ¿sabes? Me das asco... tanto que creo que no quiero ni jugar. -Aquel hombre era un cerdo, el hombre más rico de toda Rusia, pero igualmente asqueroso, clavó el cuchillo, se vistió y sin más, se fue-

When a Lady breaks her rules
(Cuando una dama rompe sus reglas)
-Harta de perder el tiempo con estúpidas convenciones sociales acordes a su estatus se decidía a salir, con sed de sangre, de gritos, de ver el dolor reflejado en los ojos ajenos, la adrenalina era su droga y pensaba conseguirla. Tras despistar al servicio salía de la mansión cogiendo uno de los caballos, no pensaba ir lejos y así podría justificar fácilmente su ausencia-

-Mientras cabalgaba notaba a sangre hervir, aquella misma mañana había tenido un leve encontronazo con su hermana Edith y aún estaba furiosa, pobre de la inocente muchacha con la que se cruzó en el camino, casi la golpea, adrede pero muy calculado, era la excusa perfecta para acompañarla a su casa y con algo de suerte, no habría nadie más- lo siento mucho, ¿estás bien? -Preguntaba con voz dulce tras bajarse del caballo apresurada, fingiendo estar realmente preocupada- "s-sí, bueno, me duele un poco el tobillo" -respondió la otra que había caído torciéndose el pie- es mi culpa, de veras que lo siento, ¿puedo acompañarte a tu casa al menos para asegurarme de que llegas bien? -Le miraba de forma inocente, imaginando ya cómo disfrutaría de aquello- "vale, muchas gracias" -con cierta dificultad subían ambas al caballo, notaba el aroma de canela de la otra joven, delicioso, pero no tanto como la sangre-
-A los pocos minutos llegaban a una pequeña casa alejada del pueblo- *simplemente perfecto* -pensaba Mary mientras se acercaban-

-Una vez dentro, sin darla tiempo a más, sacaba una jeringuilla de sus botas y se la clavaba, no tenía demasiada droga, sólo quería que no se pudiese mover, porque lo que a ella la gustaba era el terror, ver cómo sufrían en sus ojos, no los gritos, el miedo, era maravilloso, la mejor obra de todas. Sin muchos miramientos ponía a la chica boca arriba y buscaba un cuchillo- lo sé, lo sé, te peguntas lo mismo que todos, "¿por qué yo? ¿Qué te he hecho?" -Se burlaba de ella poniendo una voz aguda y molesta- sois todos insoportables, la verdad -encontraba lo que buscaba, un buen cuchillo y según se acercaba el miedo y el frío crecían dentro de la joven tirada en el suelo. Lentamente rasgaba sus ropas, respetaba sólo la interior, no era tan vulgar, sin hacerse esperar llegaban los primeros cortes, uno, dos, tres, cuatro, la joven había perdido ya la cuenta cuando por fin cesaba esa parte- ¿sabes? Quiero jugar...

-Se levantaba e iba a por algo, tardaba en volver, alimentando así el miedo de la joven y volvía con una botella de whisky, un limón y sal-

¿Has oído hablar del juego "chupito-sal-limón”? Es muy divertido cuando le añades sangre -sonreía maliciosa mientras echaba algo de sal en uno de los cortes, la joven quería gritar, moverse, pero no podía, el miedo era mayor y empezaba a llorar de dolor sin poder evitarlo-

-La psicópata se inclinaba a lamer la sangre mezclada con la sal, después repetía el proceso con el limón y así por todos los cortes-

Es muy aburrido, ¿no crees? Ya no hay sangre, vayamos... al siguiente nivel -clavaba en cuchillo en su muslo con facilidad y rápidamente añadía la sal y el limón, la daba igual mancharse, aquello era estimulante, lo adoraba más que nada y por fin estaba sonriendo-

-Minutos después, harta de aquello clavaba el cuchillo en su corazón, sin más y se iba, había sido un buen juego...-

A.N.: stories based in the character "Mary Crawley" (non-canon) from the ITV's series "Downton Abbey"