domingo, 31 de mayo de 2015

Versos de odio

Odio a la gente aburrida, siempre tienen algo de lo que hablar.
Odio a la gente en contra del progreso, me retrasa.
Odio a la gente interesante, siempre está ocupada.
Odio a la gente que vale la pena, siempre están lejos.
Odio a las personas famosas, me cargan con una gran responsabilidad.
Odio el aire, está por todas partes.

Odio el futuro, proyecta su sombra hasta el ahora.
Odio estudiar historia, siempre se repite.
Odio Internet, me hace querer vivir lejos.
Odio la distancia, porque siempre existe.
Odio la gente que habla sin saber, me hacen perder el tiempo.
Odio la literatura, me hace tener bajas expectativas.

Odio la música, ocupa mi cabeza.
Odio las cosas perdidas, nunca las olvido.
Odio las distracciones, me enseñan lo que de verdad quiero.
Odio las fiestas, hacen que la gente mienta más que de costumbre.
Odio las hormigas, me hacen sentir pequeña.
Odio las noticias, se repiten.

Odio las palabras, me distraen de lo que quiero decir.
Odio lo que desconozco, se esconde.
Odio lo que permanece, nunca se acaba.
Odio lo que ya no está, deja agujeros en la realidad.
Odio lo que ya sé, no puedo volver a aprenderlo.
Odio los calcetines, coartan mi libertad.

Odio los fines de semana, me aburren.
Odio los helados, apagan mis ganas de hacer cosas.
Odio los libros, son lugares mucho mejores para vivir.
Odio los olores, me traen recuerdos.
Odio los recuerdos, ensombrecen el presente.

Odio todo, porque es nada.

A.N.: based in the performance "versos de odio" at CA2M (22nd of May).

domingo, 17 de mayo de 2015

Justifique la respuesta

¿Por qué está vivo? ¿Por qué sigue vivo? ¿Por qué desea vivir? ¿Por qué se mantiene con vida? ¿Por qué bebe? ¿Por qué come? ¿Por qué sueña? ¿Por qué siente? ¿Por qué respira? ¿Por qué sonríe? ¿Por qué se alegra? ¿Por qué llora? ¿Por qué ama? ¿Por qué se esfuerza? ¿Por qué no abandona? ¿Por qué no descansa? ¿Por qué no lo deja? ¿Por qué no se muere? ¿Por qué...?

¿Y por qué no debería seguir haciendo lo que hago y no haciendo lo que no? ¿Qué imposición es esta tan cruel por parte del mundo que me limita en la capacidad de vivir según lo que puedo justificar? ¿Por qué lo mucho que trabaje debe decidir lo mucho que puedo soñar y aspirar? ¿Por qué pretenden hacer creer que lo que tenemos es lo que hay y que no hay nada más allá de ese muro? ¿Por qué debería ceder a la presión que abruma mi pecho, mi mente y mi alma para dejar de ser lo que hago y ser quien soy? ¿Y quién soy? ¿Soy aire? ¿Soy carne? ¿Soy agua? ¿Soy moléculas? ¿Soy yo? ¿Soy tú? ¿Acaso no es esta justificación llena de interrogantes la mejor para semejantes preguntas? ¿Y no lo es el sarcasmo y la ironía frente a las estupideces de la vida? ¿No es el por qué vivimos tan invisible como el por qué morimos o por qué amamos? ¿Y por qué no hacer? ¿Qué sentido tiene en algo que nos es impuesto luchar contra ello hasta el abandono? ¿Acaso creemos que podremos más que nuestros instintos y naturaleza más primaria? ¿Y no tenemos los humanos una segunda naturaleza que va mucho más allá? ¿No es eso lo que nos hace levantarnos cuando creemos que no podemos más? ¿No es eso la vida?

miércoles, 13 de mayo de 2015

No puede ser

Al despertarse aquella mañana miró por la ventana, efectivamente no podía ser. Bueno, mejor podía ser ignorarlo y seguir adelante como cada día, olvidando aquel pequeño detalle que simplemente era imposible. El suelo estaba frío, la habitación helada comparada con la noche anterior y la ropa tirada. ¿Y qué más daba? Igualmente no podía ser. Sus pies descalzos jamás llegarían a tocar en verdad aquel suelo de fría piedra mientras se movía sigilosa a cerrar la ventana antes de dirigirse al cuarto de baño.

Era agradable sentir que allí el suelo siempre estaba más caliente, ¿por qué? Aún no se acordaba de en qué libro leyó la solución, uno de esos de detectives, perfectos para hacer sentir tonto al más listo de los hombres por no poder jugar con la lógica y el ingenio de tal manera, claro que el libro lleva las de ganar siempre, él ya sabe la respuesta y de todas formas, no puede ser. El agua cálida resbalaba aún por su cuerpo cuando la toalla la envolvió, era una agradable sensación sentirse rodeada de aquella calidez, de esas sensaciones. ¿Qué tendría de especial el agua? Había tantas cosas que nombrar, curiosamente eso sí podía ser, pero no el resto. Habría que resignarse y el día continuaba como cualquier otro.

Las pequeñeces del trabajo y las grandezas de las tardes con los amigos se deslizaron lentas, rápidas, ligeras, pesadas y relativas por el tiempo. El tiempo. Ese sí que podía ser tantas y tantas cosas. Le envidiaba, era impasible, inmutable, a él no le importaba nada ni nadie, simplemente llegaba, estaba, se movía, detenía... y todo eso sin ni siquiera vivir, ¿qué era? Injusto, pero por lo menos era...

La calma de la noche llegó. Más ropa sobre el suelo, más frío en los pies hasta llegar a esa nube cubierta de sábanas y cerrar los ojos descansando la cabeza en el regazo de Morfeo, pero este era cruel y aún no quería concederla el sueño, ¿por qué? Porque sí era posible, ella era, pero aún no lo sabía.