sábado, 16 de julio de 2016

Lo que es, el resultado de lo que jamás será y podría haber sido

Un choque tiene infinitas posibilidades, pero no es un choque cuando no os llegáis a tocar, es una mera posibilidad, un sueño del infinito que podría haber sido muchas cosas pero que sólo será una porque no puede ser de otra forma, esas son las condiciones. No es la primera vez que ese fenómeno ocurre, y siempre volverá a ocurrir aunque no nos guste, las personas son sus víctimas pero no pueden escapar, existe una atracción que los mantiene ahí, flotando, reducidos a imaginar todas las posibilidades que jamás podrán ser reales como si eso fuese un consuelo, aunque más bien sea un cruel castigo verse obligado a repetir todo lo que desearías alcanzar sabiendo que nunca llegarás a hacerlo.

"Soñar es gratis" dicen, no lo es. No sólo tiene el precio de la imaginación, el esfuerzo, cosas básicas sin las que ningún sueño puede ser creado, mas ¿qué es un sueño? Una fantasía de aquello que creemos imposible, algo con lo que dormirse y calmar a la mente cuando tiembla y no soporta la realidad, porque es más fácil de ese modo. Es la más potente droga, adictiva, aparentemente inocente, pero mortal en el momento que la mente descubre que es sólo una mentira adornada, cubierta de azúcar y hecha para que la tragues sin hacer la menor pregunta. Una vez se empieza nunca es suficiente, siempre se quiere ir más allá, hacerlo más grande, más bonito, más perfecto y la realidad cada vez es menos soportable, la droga se toma con mayor frecuencia, en mayores cantidades, con avidez.

¿Qué hay más allá de esa droga? Una realidad insatisfactoria, dolorosa, que aunque tenga sus cosas buenas jamás se puede comparar con la perfección soñada, creemos que lo tocamos, casi podemos sentirlo en la punta de los dedos además de que llene nuestros sentidos, pero en verdad nada de eso está ahí, ni lo estará por más que lo deseemos. Es la lamida del fuego, cálida, tentadora, pero no se debe olvidar que quema y que finalmente, muere.

viernes, 1 de julio de 2016

¿Sé agua?

Al principio del camino me encontré con muchos seres, todos diferentes, todos me enseñaron distintas lecciones, todos me moldearon. Ninguno preguntó si podía hacerlo, tan sólo llegaron, me envolvieron y me dejaron con su forma, a veces sólo cambiaban partes, otras me cambiaban entera. Seguí avanzando, cada vez me encontraba menos gente, pero me habían cambiado tanto que ya no sabía quien era. El camino se hacía tortuoso y no sabía que hacer, ¿a quién debía hacer caso de entre todas las personas que había conocido? Algunas eran contrarias entre sí, si hacía caso a uno, desobedecía al otro...

En un momento el camino se dividió, nadie me había dicho que camino coger, todos dicen "coge el menos visitado" pero no hay un camino menos visitado, ¿elegir en solitario? Una idea impensable, eso era la peor visto, una opción cuya existencia era una amenaza para el sistema de caminos en el que había vivido tanto tiempo y que todos parecían soportar. Al final elegí...

Llegué a un lugar que desconocía y pronto preferí haber escogido el otro, ahora no enseñaban y moldeaban, tan sólo gritaba "sé esto", "sé lo otro", la misma palabra miles de veces, hasta que se te tatúa en la mente, sé... ¿pero qué? ¿Para qué? ¿Por qué esa gente me decía que ser? Lo que sacasen ellos escapaba a mi reducido conocimiento, ¿y dónde quedaba mi esencia? Adaptarse, cambiar, aceptar, todo para hacerlos felices, todo por su dolor fingido ante decisiones sobre las que yo no podía elegir, yo no quería hacerles daño, simplemente era así, ¿por qué no podía serlo? Así que corrí...

Lejos de allí, un descubrimiento totalmente nuevo, lo llamaban libertad, el poder elegir lo que era, a qué me adaptaba, a dónde iba y venía en medio de aquella calma, al fin era lo que de verdad siempre había sido, una gota de agua en medio de un océano, libre de los deseos ajenos, libre para ser sólo una gota.

A.N.: dedicated to @nichromatic