Biografía
Jean-Paul Marat (Boudry, Suiza, 24 de mayo de 1743 – París, Francia, 13 de julio de 1793) fue un científico y médico francés que realizó gran parte de su carrera en Reino Unido pero que resulta más conocido como activista, periodista y político durante la Revolución francesa. Se le identificó con el ala izquierda de la Revolución. Fue tan amado por los sectores más desposeídos de la sociedad como detestado por los aristócratas y burgueses. Para garantizar el triunfo revolucionario, estuvo a favor de medidas tan radicales como las llamadas Masacres de septiembre de 1792 de los “enemigos de la revolución” encarcelados. Fue miembro del partido de Cordeleros durante la Revolución francesa y ayudó a consolidar el Reinado del Terror elaborando las “listas negras” hasta ser finalmente apuñalado en su bañera por la girondina Charlotte Corday en 1793.
Relato sobre su vida en los acontecimientos más importantes
*5 de Mayo de 1789*
Estados generales, ja, generales de los
privilegiados dirán –bramaba Marat al regresar a su casa tras acudir a la
inauguración de los Estados Generales de Francia – ¿cómo el pueblo no se revela
aún? ¿Cómo la gente soporta que unos rufianes vagos que se aprovechan de ellos
les engañen así? ¿Cómo no ven que el voto por estamento les da la mayoría a los
privilegiados y por ello lo apoyan? Esto no debería ser así, no señor… –Se
sentaba en su escritorio dispuesto a redactar las injusticias que sus ojos
habían presenciado ese mismo día, dispuesto a contarle al pueblo francés, aún
poniendo en riesgo su vida, lo que aquél gobierno “parlamentario” pretendía
hacer, así pues, se dispuso a escribir:
“Pueblo, vengo a contaros aquello que vuestros
líderes ocultan, que vuestros representantes callan, vengo a contaros la verdad
de eso a lo que llamamos parlamentarismo, la verdad de qué son los Estados
Generales y si alguno de vosotros creía que era la libertad, sepa ya que estaba
terriblemente equivocado. Porque no es parlamentarismo que se acalle la voz del
pueblo diciendo que ya están representados, y no lo es puesto que los Estados
Generales no son más que una mera cortina de humo, un entretenimiento, algo que
daros a vosotros, compatriotas míos, para que creáis que tenéis voz allí, pero
no la tenéis, no… El voto por estamento es lo que defienden, y es normal que lo
defiendan, el voto por estamento que les da la mayoría a los privilegiados para
hacer con vosotros lo que quieran, para aumentar impuestos, subir precios y
demás sogas que atan a vuestros cuellos y aprietan sin dudar. Pero nosotros
más, nosotros representamos la gran mayoría de este país, podemos, y debemos
luchar por la libertad, y espero luchar, y morir, en el nombre de la libertad.
Hablan de justicia y libertad, pero ¿para quién?”
*20 de Junio de 1789*
¡Al fin los Estados Generales serán en verdad de
todos! – Pensaba sin ocultar su felicidad Marat corriendo hacia el Juego de
Pelota donde había oído que estaban reunidos los representantes del pueblo
llano en los Estados Generales y la parte baja del clero, escribiendo una
constitución, consciente de lo que suponía ir decidió que su honor como
periodista, pero sobre todo como ciudadano, hacía que debiese ir allí,
dispuesto a no dejar palabra de aquella reunión sin escribir, y así lo hizo y
publicó al día siguiente:
“Pueblo, por fin tendrás tu libertad y es motivo
de júbilo y celebración, así pues no os sintáis mal por alegraros, por expresar
vuestro apoyo, por gritar que viva la libertad, porque ayer se dio un paso más
hacia ella y, aunque muchos más han de darse, todo necesita un comienzo, una
Constitución, y eso es lo que tenemos ahora”
– Redactó en esa misma noticia los aspectos más
importantes de la misma –
*14 de Julio de 1789*
Madre por favor, sólo iré a presenciar como
toman la bastilla, no es un adiós – esas fueron las últimas palabras de Marat a
su madre antes de partir hacia la Bastilla, la cual estaba siendo tomada,
aunque temía por su vida su deber como periodista era informar. Aunque volvió
algo herido apenas fueron unos raspones y dudó redactar ese mismo día la gran
noticia que era que ya tenía con qué defender su Constitución:
“Pueblo, aquello de que la pluma vence a la
espada es cierto, pero contra tiranos como esos no nos basta la pluma, no
obstante ahora tenemos ambas, ¡tenemos la Bastilla! Tenemos con qué defendernos
de sus ataques legales, pues tenemos una constitución, pero también de los
físicos, no dudéis en protegernos, no sintáis que es un error, error fue
dejarles mandar, error es que nos traten como perros cuando son ellos los
únicos perros. ¡Por la libertad!”
*Las Masacres de septiembre de 1792*
– Tras una reunión del club de los Cordeliers
junto con otras organizaciones secretas se acordó que como defensores del
pueblo francés su deber era eliminar a aquellos que impedían la igualdad y
libertad. Aquella noticia fue muy bien acogida por Marat, el cual conforme
pasaba el tiempo era más sanguinario, apoyando las listas del Terror por las
que controlaron a la población, para él el fin, el pueblo francés y su
libertad, justificaba todo aquello, su objetivo era realmente claro, pero le
cegaba del resto del mundo, lo cual hizo que se volviese descuidado y aún no
sabía las terribles consecuencias de aquello –
*13 de Julio de 1793*
– Nada podría ir mejor para Marat y la
revolución, con Luis XVI guillotinado parecía que ya estuviesen a punto de
ganar, como periodista no ocultaba su nombre, pero tampoco era muy cuidadoso en
su partido político y reuniones, era alguien conocido y realmente amado por sus
seguidores, pero también odiado por sus opositores y empezaba a temer por su
vida, así quedó reflejado en su última anotación en un diario personal:
“13 de Julio de 1793:
Empiezo a temer por mi vida, veo sombras en
todas partes, en cada esquina, en cada plaza, en cada bar, en mi propia casa
parezca que tengo todos los ojos en mí y esos ojos desean matarme, tal vez debí
tener más cuidado, sólo espero que este no sea el error que ponga el último
clavo a mi ataúd”
– Estaba nervioso aquél día, su caligrafía así
lo dice, así pues se dispuso a tomar un baño, pero en aquél baño le aguardaba
la muerte vestida bajo la piel de su amante, no tuvo ocasión de decir nada, no
tuvo ocasión de defenderse de la girondina Charlotte Corday, como no tuvo
ocasión de ver cómo su revolución triunfaba, como Napoleón convirtió Francia en
una de las más poderosas naciones, sin duda eso hubiese dado otros grandes
artículos escritos por Jean-Paul Marat, mas el pasado no puede cambiarse, lo
que sí puede hacerse es no repetirlo, no caer de nuevo en los errores que
llevaron a que una revolución fuese necesaria, a tantas muertes, batallas e
injusticias como las que narró Marat, como las que le costaron la vida por
defender lo que en verdad es el derecho de todo ser humano, la igualdad, la
justicia y la libertad –
A.N.: based in Jean-Paul Marat and an Assassin's Creed III comercial
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