sábado, 5 de abril de 2014

Lágrimas en la noche

Me ahoga, me estoy ahogando, tengo que sacarlo de mí... y lloro.
No quiero hacer hacerlo, no sé por qué lo hago, pero de no hacerlo, moriría.
Entonces, ¿por qué lo hago? Si morir es lo que quiero, si dormir eternamente es mi anhelo.
Sigo nadando contracorriente en lugar de dejarme llevar por mis lágrimas rojas hacia el mar de la tranquila muerte.
¿Por qué?
Dos palabras que nunca entiendo, que hacen que oiga voces, que mi cabeza me grite.
La respiración se acelera, el monstruo ansioso viene a por mí, no, ¡NO!
"No dejaré que te hagan daño"
¿Quién dice eso?
Probablemente sólo mi cabeza.
Da igual, me aferro a ello.
Me echan rompiendo mis dedos a patadas.
Huyo, me escondo.
Y lloro.

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